Otro año mas siendo testigo de los pocos eventos que se hacen con poesía y musica. Otro año mas siendo testigo de lo poco que vale la pena y que me gustaría que hubiera mas noches como esas. Poca gente que conozco verdaderamente y ninguna de la que me hubiera gustado que estuviera.
Otra vez solo, otro año solo. Pero la soledad se olvida escuchando y admirando a los verdaderos poetas, a la gente que verdaderamente se hace respetar por lo que dice y hace.
Este jueves le tocaba a Juan Gelman y como es mi costumbre llego algo tarde pero con tiempo suficiente antes de que el evento principal de estas noches de poesía en voz alta comienze.
Primero pude ser testigo de otro evento de poesía combinada con multimedia. Las palabras de Shigeru Matsui y su poesía tanka junto con lo puede hacer conectado a su ibook simplemente no me convencen. La frialdad de la tecnologia parece no combinar con la repetición eso si automata de las palabras. Tendré que saber mas sobre poesía tanka, eso si.
Al finalizar la intervención de Matsui y antes de que el maestro Gelman saliera al escenario, veo el ambiente nocturno: La gente de siempre, el sonido de los aviones sobre el lago que refleja la luna y alguno que otro neofíto que me hace recordarme a mi mismo cuando empezaba a tomar mi camino. Con sorpresa observo que el maestro Gelman llega acompañado con la que supongo es su señora esposa y por supuesto su compañia musical de esta noche, el maestro del bandoneón César Stroscio. Veo con curiosidad como ambos le ayudan a Gelman ponerse un sueter azul claro, el ambiente del bosque era frio y bajo un saco oscuro color azul marino, el poeta se protegia del frío. Pero antes de comenzar solo faltaba ir al baño.
Desafortunadamente el baño que había utilizado en los pasados dias en el edificio cercano se encontraba cerrado, ni modo. Finalmente pude darme cuenta que existia un pequeñisimo baño en la parte trasera de la Casa del Lago, a hacer fila de espera, no era mucha gente pero en fin....
De repente sin esperar nada, y con mucha sorpresa, observo como ese hombre de avanzada edad, delgado y con bigote canoso llega a mis espaldas yme pregunta si estoy haciendo fila para entrar al baño:
-"¿Hay que esperar mucho?". Me pregunta con esa voz tranquila con su caracteristico acento argentino.
-"Si quiere puede entrar primero". Me dirijo hacia el con una gran sonrisa y con mucha sorpresa, y me doy cuenta que también el otro muchacho que esta adelante de mi casi automaticamente le cede el lugar al poeta, donde ambos observamos como rapidamente sale la persona que estaba utilizando el baño.
-"Por favor maestro, no vaya a llegar tarde ya lo están esperando" Le digo en un tono de broma casi riendome al saber que todos queremos utilizar el pequeño baño.
-"Muchas gracias" Me responde el maestro Gelman con una gran sonrisa complice y donde veo como rápidamente entra al diminuto baño.
Todavia con la sonrisa de la impresión, espero que el maestro termine para finalmente cederle su turno al joven que esta delante mio y por supuesto a mi. El maestro Juan Gelman sale y de nuevo nos agradece el haberle cedido nuestro turno.
-"¡Tan solo esperenos un rato antes de empezar maestro!" Le digo de nuevo en tono de broma.
De nuevo el gran Gelman sonrie y se despide de nosotros apresurando el paso para llegar al escenario.
Finalmente llego mi turno para entrar al baño. Afortunadamente hubo suficiente tiempo para poder ver el inicio de un gran recital en que el maestro Gelman junto con el maravilloso bandoneón de Stroscio nos brindarón una noche que recordaré en mucho tiempo a pesar que faltaba tan solo una buena copa de vino...y la compañia de las personas que en verdad estimas. Pero que importa si uno tiene la música y las palabras.
Aqui dejo tan solo una muestra de lo que el genial Juan Gelman nos leyó. Si todas las noches fueran así...
Ruiseñores de nuevo
" En el gran cielo de la poesía,
mejor dicho
en la tierra o mundo de la poesía que incluye cielos
astros
dioses
mortales
está cantando el ruiseñor de Keats
siempre
pasa Rimbaud empuñando sus 17 años como la llama de amor viva de San Juan
a la teresa se le dobla el dolor y su caballo triza el polvo enamorado Francisco de Quevedo y Villegas
el dulce Garcilaso arde en los infiernos de John Donne
de César Vallejo caen caminos para que los pies de la poesía caminen
pies que pisan callados como un burrito andino
Baudelaire baja un albatros de su reino celeste
con el frac del albatros Mallarméva a la fiesta de la nada posible
suena el violín de Verlaine en la fiesta de la nada posible
recuerda que la sangre es posible en medio de la nada
que Girondo liublimará perrinunca lamora
y girarán los barquitos de tuñón contra el metal de espanto que abusó a Apollinaire
oh Lou que desamaste la eternidad de viaje
el palacio del exceso donde entró la sabiduría de Blake
el paco urondo que forraba en lamé la felicidad para evitarle fríos de la época
mientras Roque Dalton trepaba por el palo mayor de su alma y gritaba. "
Juan Gelman
“Es hora de que nos preguntemos quiénes son en realidad esas mujeres que constantemente denigran a los hombres. Las mujeres más tontas, más ignorantes y más horribles pueden criticar a los hombres más entrañables, amables e inteligentes, y nadie dice nada. Los hombres parecen estar tan intimidados que ya no se defienden. Pero deberían hacerlo.”
